El primer cuarto (5–2) ya dejó claro el estilo de WP Navarra B: defensa intensa, ayudas constantes y mucha decisión de cara a puerta. En el segundo parcial (7–2), el equipo se desató, leyendo bien las superioridades, corriendo la piscina y conectando una y otra vez con la grada. Tras el descanso, el grupo mantuvo la seriedad (3–0), demostrando que también sabe controlar el ritmo cuando el partido va de cara. En el último tramo (3–1), Urgara siguió compitiendo y WP Navarra B respondió con respeto y carácter hasta el pitido final. Fermin Manso fue, una vez más, un jugador más: ánimo constante, aplausos y ambiente de club. Una tarde de esas que refuerzan la identidad de la familia WPN.