Fermín Manso, un nombre sinónimo de pasión y entrega en el mundo del waterpolo, nos dejó el 9 de enero de 2024. Su partida marca el fin de una era dorada en el waterpolo español, especialmente en Navarra, donde fue no solo un entrenador, sino un verdadero formador de vidas y carreras.

Hace casi 53 años, Fermín comenzó una aventura en el deporte acuático que transformaría innumerables vidas. Con su característica dedicación desinteresada, impulsó el waterpolo en Navarra desde sus inicios, sembrando las semillas de lo que se convertiría en un floreciente campo de talento y pasión.

El 2 de mayo de 2022, el Presidente de la RFEN, Fernando Carpena, reconoció la invaluable contribución de Fermín al entregarle la medalla de oro de la Federación Española de Natación. Este honor fue un pequeño gesto frente a su monumental legado. Bajo su guía, el equipo ascendió a la División de Honor, un logro que habla volúmenes de su habilidad y compromiso.
Pero más allá de los logros y los títulos, Fermín Manso será recordado por su incansable dedicación a las categorías inferiores de Waterpolo Navarra. Los últimos 15 años de su vida los dedicó a fomentar el amor por el waterpolo entre los jóvenes.

En cada entrenamiento, en cada consejo, Fermín no solo enseñaba técnicas deportivas, sino lecciones de vida: el valor del trabajo en equipo, la importancia de la perseverancia y el respeto por el juego y sus compañeros.